Migr´Art Territorios y desplazamientos.

 

Wonderwoman de Dulce Pinzón

por Caroline Perrée

 

Dulce Pinzón (1974) es una fotógrafa mexicana, que va viento en popa desde que realizó una serie sobre los superhéroes (2012). En 1995, se mudó a Nueva York. Sus primeras series ya presentaban las líneas definitorias de su trabajo: las cuestiones de identidad mestizaje y contexto migratorio puestas en escena a través de una estética de contrastes que aparece tanto a nivel del montaje fotográfico y de las situaciones presentadas como de los colores vivos cercanos al estilo del Pop Art. La artista mezcla realidad y ficción, lo cotidiano y lo onírico, lo común y lo incongruente, con el fin de suscitar el interés del espectador mediante imágenes inesperadas, como en la pin-up cabalgando un león. Preocupada por establecer una complicidad con el público, Pinzón recurre a fuentes de referencias comunes popularizadas por el cine y los comerciales de los años 50 para sorprender con humor a su espectador desconcertado por su carácter intrincado. En The Wonderful life of Andy (2015), la artista acentúa el efecto teatral con su glamurosa escenificación de amas de casa en medio de decorados retro de los años 50, incluso kitsch. Sin embargo, el montaje juega con los clichés porque estas mujeres sugestivas lucen sus tatuajes, desnudas en una tina. La artista se place en contar historias, sus series fotográficas funcionan como secuencias de películas, que conjugan el montaje y la escenificación de imágenes divertidas y eficaces.

 

Dulce Pinzón 2005-2010
La verdadera Historia de Los Superhéroes
Maria Luisa Romero
originaria del estado de Puebla
empleada en lavandería en Brooklyn Nueva York
manda 150 dólares a la semana
www.dulcepinzon.com

 

La Verdadera historia de los superhéroes (2012) aparece después de los atentados del 11 de septiembre de 2011 en Estados Unidos, durante los cuales se aplaudió el heroísmo de policías y bomberos. Así, la artista piensa en los desconocidos héroes cotidianos que son los migrantes indocumentados, los cuales llevan a cabo tareas difíciles y mal pagadas para poder enviarles dólares a sus familias en México, corriendo en cualquier momento el riesgo de ser deportados, sin que nadie hable de ellos. Deseando asociar la estética a un cuestionamiento social, Pinzón fotografía 19 migrantes disfrazados de superhéroes en sus diversos lugares de trabajo. De este modo, recurre a personajes populares de cómic para evocar historias de la vida real. Con humor, el disfraz se convierte en metáfora del trabajo realizado: el mesero se convierte en el hombre elástico, el lava- vidrios se transforma en Hombre Araña, el demoledor en The Thing, el cargador en Hulk. El fondo realista de la lavandería y del cesto de ropa sucia crea un contraste humorístico con la silueta de la Mujer Maravilla sorprendida realizando quehaceres domésticos de los cuales los héroes están generalmente exentos. Cada foto va acompañada del nombre de la persona, de su lugar de procedencia y del monto semanal que envía a su familia.