Toy An Horse de Marcos Ramírez
por Caroline Perrée
La cuestión de la frontera es central en el trabajo de Marcos Ramírez, denominado “ Erre ”. Nacido en Tijuana en 1961, vive entre esa ciudad y San Diego. Este espacio fronterizo estructura su obra que no cesa de interrogar la noción de territorio, así como su organización y los conflictos generados por sus limitaciones. Artista visual, Erre interfiere en el espacio público colocando señalamientos viales que parecen convencionales pero que transfiguran la trivialidad del espacio con la finalidad de abrirnos los ojos. En los letreros de orientación, trivializados por el uso, introduce cifras y/o palabras que hacen reaccionar al espectador, como en Camino a la perdición instalado en Reading PA, Estados Unidos, los nombres de ocho ciudades están asociados con su distancia en kilómetros, y con la fecha en la cual fueron bombardeadas por el ejército estadounidense. En México, instala letreros y transforma su función de orientación con frases impactantes que interpelan al espectador. Artista perturbador, Erre utiliza la estética del juego para devolver a las palabras su valor subversivo. La concepción de su trabajo es que la obra perpetúa lo que el hombre destruye, es por eso que el leitmotiv de la construcción es recurrente a través de los materiales que utiliza: ladrillos, madera o el tema de la casa. El artista erige a menudo de modo monumental. Erre trabajó 17 años en el ramo de la construcción en Estados Unidos, es un creador de ideas: creó y dirigió el espacio transfronterizo de intercambios artísticos y culturales Estación Tijuana del 2003 al 2010.
Para la Bienal InSite 1997 llevada a cabo en Tijuana, instaló en la línea de demarcación entre México y Estados Unidos un caballo bicéfalo monumental de madera, Toy An Horse, muy emblemático de su trabajo. El título nos transporta a un universo lúdico, al material de madera en la construcción y su emplazamiento sobre la frontera atrae todas las miradas. El artista elige una referencia común, el caballo de Troya, símbolo de un conflicto legendario, pero lo altera para captar la atención del transeúnte. El caballo tiene dos cabezas, una mira hacia México, otra hacia los Estados Unidos, simbolizando la mutua invasión entre estos países pues, en un sentido fluye la mano de obra barata del primero, la madera hace referencia al ramo de la construcción que emplea una plétora de mexicanos; en el otro sentido fluyen las mercancías, los Estados Unidos venden su comida chatarra (México es el segundo consumidor de Coca-Cola en el mundo), alimentos transgénicos y toda una industria alimentaria que representa un enorme mercado, provocando graves problemas de salud. ¿Qué tipo de frontera es ésta? El caballo es la memoria de los constantes y antiguos intercambios entre ambos vecinos. La delimitación territorial es muy simbólica respecto a los mercados económicos que están en juego: mano de obra a cambio de mercancías.