Pioneros en Río Bec
En los años 1930, el Instituto Carnegie en Washington se interesa al sureste mexicano. Financia cuatro expediciones en las cuales participa Karl Ruppert. Graduado de la Universidad de Arizona en donde había trabajado con B. Cummings sobre los nativos americanos (Lambert, 1961: 101), Ruppert empieza a trabajar en el Instituto Carnegie bajo la dirección del célebre mayista S. Morley en 1925 y a familiarizarse con el área Maya. Más famoso por sus trabajos en Chichen Itzá, Ruppert no duda en explorar las tierras bajas mayas.
Describe una selva tan densa, que en la segunda expedición del Carnegie en 1933, el equipo no se había dado cuenta de que estaba en el sitio que Merwin había estudiado 20 años atrás. En la tercera expedición de 1934, tampoco encuentran ni el edificio A de Périgny, ni el edificio B de Merwin. El mito del templo desaparecido había nacido: durante las siguientes cuarenta décadas, los arqueólogos del mundo buscarán el Templo B de Merwin.
El equipo del Instituto Carnegie, liderado por Ruppert, acompañado de J. Denison como epigrafista, realiza dos estancias en el sitio de Río Bec: de marzo a abril del 1933 y cinco días en 1934 (Ruppert y Denison, 1943: 29). Durante la primera temporada de exploración, Ruppert comenta que el equipo se enfoca al grupo F (denominado V) descubierto por Merwin. Desde este momento, los miembros de la expedición notan la extensión importante del sitio. Así, Ruppert y su equipo estudian cuatro otros grupos (grupo I a IV) cercanos al Grupo F de Merwin. Analizan también otros sitios en la región de Río Bec, como Hormiguero, Xpujil o Becán.
Ruppert Karl y Denison John, Archaeological reconnaissance in Campeche, Quintana Roo, and Peten, Carnegie Institution Hall, Washington, 1943, p.
Los resultados de las expediciones del Carnegie tardaron 10 años en publicarse. Ruppert describe de manera muy detallada las ruinas de Río Bec: por lo menos 17 estructuras en el Grupo I; 4 estructuras en el Grupo II, entre las cuales un juego de pelota; 1 estructura en el Grupo III; 4 estructuras en el Grupo IV; y, 5 estructuras en el Grupo V.
Denison se encarga de los monumentos y se interesa sobre todo en experimentar la técnica del estampado (“rubbing”) para guardar las inscripciones de los relieves. Según Denison, A. Tozzer del Peabody fue el primero en utilizar esta técnica en el área Maya. Para Río Bec, Denison encuentra cinco estelas en el Grupo II gracias a las cuales identifica la serie inicial pero no logra a datarlas por su mal estado. En el Grupo V, encuentra seis estelas y repara que algunas no parecen contemporáneas del sitio.
Ruppert Karl y Denison John, Archaeological reconnaissance in Campeche, Quintana Roo, and Peten, Carnegie Institution Hall, Washington, 1943, p..
Ruppert Karl y Denison John, Archaeological reconnaissance in Campeche, Quintana Roo, and Peten, Carnegie Institution Hall, Washington, 1943, p.
Por no haberse topado con estructuras más monumentales en Río Bec, el equipo se concentra en Becán, Xpujil o Calakmul. Las ilustraciones y fotografías de Río Bec son escasas pero los planos de los cinco grupos son muy precisos en la obra de 1943.
Karl Ruppert, quien no regresó posteriormente a Río Bec, fue descrito como un hombre “difícil de conocer” (Lambert, 1961:102). Una extraña coincidencia con el sitio Río Bec, que desaparece del radar de los especialistas de las tierras bajas mayas y vuelve a su misterio original… hasta los años setenta.
Bibliografía
Ruppert Karl y Denison John, Archaeological Reconnaissance in Campeche, Quintana Roo, and Peten, Carnegie Institution of Washington, Pub. 543, 1943
Nondédéo Philippe, Michelet Dominique, Arnauld M-Charlotte, Taladoire Eric, Patrois Julie, Barrois Ramzy, “Río Bec: Primeros pasos de una nueva investigación”, Mexicon, Vol.,25, Nº4 (Agosto 2003)
Lambert, Marjorie F, “Karl Ruppert 1895-1960”, American Antiquity, vol. 27, Nº1, pp. 101-103, 1961.
En los años 1930, el Instituto Carnegie en Washington se interesa al sureste mexicano. Financia cuatro expediciones en las cuales participa Karl Ruppert. Graduado de la Universidad de Arizona en donde había trabajado con B. Cummings sobre los nativos americanos (Lambert, 1961: 101), Ruppert empieza a trabajar en el Instituto Carnegie bajo la dirección del célebre mayista S. Morley en 1925 y a familiarizarse con el área Maya. Más famoso por sus trabajos en Chichen Itzá, Ruppert no duda en explorar las tierras bajas mayas.
Describe una selva tan densa, que en la segunda expedición del Carnegie en 1933, el equipo no se había dado cuenta de que estaba en el sitio que Merwin había estudiado 20 años atrás. En la tercera expedición de 1934, tampoco encuentran ni el edificio A de Périgny, ni el edificio B de Merwin. El mito del templo desaparecido había nacido: durante las siguientes cuarenta décadas, los arqueólogos del mundo buscarán el Templo B de Merwin.
Ruppert Karl y Denison John, Archaeological reconnaissance in Campeche, Quintana Roo, and Peten, Carnegie Institution Hall, Washington, 1943, p.
El equipo del Instituto Carnegie, liderado por Ruppert, acompañado de J. Denison como epigrafista, realiza dos estancias en el sitio de Río Bec: de marzo a abril del 1933 y cinco días en 1934 (Ruppert y Denison, 1943: 29). Durante la primera temporada de exploración, Ruppert comenta que el equipo se enfoca al grupo F (denominado V) descubierto por Merwin. Desde este momento, los miembros de la expedición notan la extensión importante del sitio. Así, Ruppert y su equipo estudian cuatro otros grupos (grupo I a IV) cercanos al Grupo F de Merwin. Analizan también otros sitios en la región de Río Bec, como Hormiguero, Xpujil o Becán.
Los resultados de las expediciones del Carnegie tardaron 10 años en publicarse. Ruppert describe de manera muy detallada las ruinas de Río Bec: por lo menos 17 estructuras en el Grupo I; 4 estructuras en el Grupo II, entre las cuales un juego de pelota; 1 estructura en el Grupo III; 4 estructuras en el Grupo IV; y, 5 estructuras en el Grupo V.
Ruppert Karl y Denison John, Archaeological reconnaissance in Campeche, Quintana Roo, and Peten, Carnegie Institution Hall, Washington, 1943, p..
Denison se encarga de los monumentos y se interesa sobre todo en experimentar la técnica del estampado (“rubbing”) para guardar las inscripciones de los relieves. Según Denison, A. Tozzer del Peabody fue el primero en utilizar esta técnica en el área Maya. Para Río Bec, Denison encuentra cinco estelas en el Grupo II gracias a las cuales identifica la serie inicial pero no logra a datarlas por su mal estado. En el Grupo V, encuentra seis estelas y repara que algunas no parecen contemporáneas del sitio.
Por no haberse topado con estructuras más monumentales en Río Bec, el equipo se concentra en Becán, Xpujil o Calakmul. Las ilustraciones y fotografías de Río Bec son escasas pero los planos de los cinco grupos son muy precisos en la obra de 1943.
Karl Ruppert, quien no regresó posteriormente a Río Bec, fue descrito como un hombre “difícil de conocer” (Lambert, 1961:102). Una extraña coincidencia con el sitio Río Bec, que desaparece del radar de los especialistas de las tierras bajas mayas y vuelve a su misterio original… hasta los años setenta.
Ruppert Karl y Denison John, Archaeological reconnaissance in Campeche, Quintana Roo, and Peten, Carnegie Institution Hall, Washington, 1943, p.
Bibliografía
Ruppert Karl y Denison John, Archaeological Reconnaissance in Campeche, Quintana Roo, and Peten, Carnegie Institution of Washington, Pub. 543, 1943
[https://babel.hathitrust.org/cgi/pt?id=mdp.39015046341502&seq=7]Nondédéo Philippe, Michelet Dominique, Arnauld M-Charlotte, Taladoire Eric, Patrois Julie, Barrois Ramzy, “Río Bec: Primeros pasos de una nueva investigación”, Mexicon, Vol.,25, Nº4 (Agosto 2003)
[https://www.jstor.org/stable/23759945]Lambert, Marjorie F, “Karl Ruppert 1895-1960”, American Antiquity, vol. 27, Nº1, pp. 101-103, 1961.